martes, 6 de noviembre de 2012

Opinión de Jorge Castelli - Escritor

No sé mucho de teatro; en realidad no sé mucho de casi ninguna cosa. Pero algo sí sé: el teatro, la poesía y la magia poseen algo en común: sólo tienen valor si quien entra en ellos sale luego no siendo exactamente la misma persona. Y uno no puede, por más intentos en contrario que haga, salir de "Fragmentos..." siendo exactamente la misma persona.


Un texto de lujo, una dirección milimétrica, una puesta tan sencilla como eficaz. Y dos mujeres, dos actrices, Alicia y Stella, Stella y Alicia, dejando al atribulado espectador casi sin aliento, luego de dar verdaderas clases de actuación y, naturalmente, de vida.
En el banquillo, la violencia de género; en el banquillo, en los ojos y en el alma, la violencia sin justificación alguna, la violencia cobarde, la que no tiene nombre.
No vale la pena morirse, muchachos, sin dar antes una vueltita uno de estos sábados por Venezuela al 300 para entrar un rato en el teatro. Y en la poesía. Y en la magia.
Y todo eso, nada más que para salir luego siendo un poquito mejor persona que aquella que entró antes a la sala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario