“Fragmentos de un pianista violento” de Darío Bonheur es una mirada diferente, novedosa y muy inteligente sobre la violencia de género… Con una muy buena puesta en escena y excelentes actuaciones.
La obra se desarrolla en un supuesto departamento, donde dos mujeres observan hacia otro, en el que un pianista (acertada elección del autor en cuanto a la clase social donde se vive el calvario) ataca a su mujer como suele suceder en estos casos, cuando algo no le gusta o no le cae en simpatía; y casi nunca se sabe exactamente el por qué, lo que demuestra una clara patología y donde se hace profundo y hondo el terror no solo en la mujer golpeada (que nunca sabrá como manejarse ante el violento por esta característica inesperada e inexplicable del golpe) sino también en las dos mujeres que observan las variadas situaciones. El silencio y lo siniestro se apoderan del cuento en cuestión con una muy fuerte intensidad.
La particularidad de este espectáculo, además, es que los personajes del pianista y su mujer no aparecen en escena…son virtuales….Esto enriquece y alivia en el buen sentido la puesta. La paradoja y lo que sí sucede es que las mujeres que observan se desdoblan en esos personajes, presentándose ante nosotros el fenómeno violento pero con un matiz que hace posible su visión.
La puesta en escena y la dirección de actores (destaco esto último, sobre todo por este reinado “Puestas” de la cartelera porteña, en detrimento, muchas veces , del trabajo actoral) es excelente. La utilización del espacio nos presenta una especie de pasarela donde se mueven de una punta a otra las actrices y que ideológicamente también me parece un acierto, porque también somos nosotros: los espectadores, los que vemos pasar la violencia en un ida y vuelta permanente.
La sobriedad de los pocos elementos y la belleza con la que se puede mostrar el horror también son una cualidad de la puesta de Alegre, que por ejemplo convierte un inodoro en un elemento simbólico y agradable a la visual.
Las actuaciones de Stella Matute y Alicia Naya también son de alto vuelo, con preciados matices y con una gran plasticidad y ductilidad para meterse y cambiar de personajes según lo requiera el momento.
Las luces, a manos también del director, acompañan íntimamente el relato.
Los fragmentos musicales de Sonia Kovalivker no solo amenizan sino que llevan en sí una sutil calidad musical.
"Fragmentos de un pianista violento" es muy recomendable desde todos los puntos de vista, incluso con otra peculiaridad que es la posibilidad que se ofrece al finalizar el espectáculo de participar de un debate sobre la cuestión: la tan mentada y necesaria reflexión sobre la violencia de género.
STELLA MATUTE
Particularmente la expresión violenta con la que encarna al pianista es colosal y los exabruptos del personaje son tan reales como aplaudibles.
Rodrigo Cárdenas
FRAGMENTOS DE UN PIANISTA VIOLENTO SE REPONE
EL SÁBADO 02 DE FEBRERO A LAS 21 HS
EN CARAS Y CARETAS
Venezuela 330
Funciones: Sábados 21 hs.
AIRE ACONDICIONADO OBVIAMENTE
El link de la crítica:
http://elplateistateatral.blogspot.com.ar/?spref=fb
